Desde los apartamentos Fisa Rentals hemos preparado esta lista de los mejores pueblos y ciudades medievales cerca de Barcelona, ¡todos con mucho encanto!
Dentro de la provincia de Barcelona (comarca del Bages)
• Mura, Talamanca, Rajadell
A poco más de una hora en coche desde Barcelona, Mura aparece como una visión en medio del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt.
Desde ahí, a 25 minutos en coche –son solo 9 kilómetros pero hay muchas curvas–, Talamanca parece que se haya quedado congelada en el tiempo. Suspendida en un cerro, su castillo sigue vigilando los alrededores con unas vistas únicas. Un entorno estupendo para los aficionados al senderismo.
Finalmente, para completar esta tríada, a una hora y 7 minutos desde Barcelona o 57 desde Talamanca –39 kilómetros– Rajadell sorprende con sus anchas casas de piedra de origen medieval completamente restauradas por dentro. Rodeada de bosques de robles, pinos y encinas, no faltan tampoco en esta localidad caminos preciosos en los que perderse.
• Cardona
Todavía dentro de la comarca del Bages, Cardona está a una cómoda distancia desde Barcelona, 1 hora y 22 minutos, con la promesa unas fotografías fantásticas. Especialmente si la niebla desdibuja el horizonte y lo único que se ve es el castillo, que hoy es un importante parador nacional.
Dentro de la provincia de Tarragona
• Montblanc
Con casi 8.000 habitantes, Montblanc es una de las ciudades más importantes de la provincia de Tarragona. Su carta de presentación son las murallas que la rodean y que inmediatamente nos trasladan a la época de los “castillos y las mazmorras”, más todavía si hacemos coincidir la visita con su Fiesta Mayor, la segunda semana de septiembre, cuando los disfraces y las actuaciones llenan las calles como si no hubiera pasado el tiempo desde la Edad Media.
Montblanc, a una hora y 36 minutos desde Barcelona, es también epicentro de la ruta de los monasterios del Cister y puerta del espacio natural de las Montañas de Prades.
• Miravet
Miravet es otro destino de lo más recomendable, con la imborrable imagen del reflejo de su castillo en el río Ebro. Está a 2 horas y 9 minutos en coche desde la capital catalana.
Dentro de la provincia de Girona
Escenario de algunas escenas de 8 de los 10 episodios de la sexta temporada de Juego de Tronos, la ciudad de Girona es un destino obligatorio para los amantes del medievo. Además, está muy bien comunicada en Barcelona. Si coges un AVE, llegarás en menos de 40 minutos, por lo que es un plan perfecto para ir y volver en el mismo día.
También Vic, uno de los municipios más importantes de la región, guarda grandes tesoros medievales, celebrando entre la primera y la segunda semana de diciembre un mercado con todo lujo de detalles históricos.
• Bagà
Ubicado en un valle a los Pies de los Pirineos, Bagà es uno de los pueblos medievales más auténticos, con su precioso puente de piedra, las calles de caballos, los pórticos abovedados, el mítico Palacio de Pinós... Si te gusta el excursionismo, desde aquí podrás hacer muchas rutas, incluida la del Camí de la Serra y las que pasan por el Pedraforca, una de las montañas más emblemáticas en la cultura y tradiciones catalanas.
• Tavertet, Rupit y Pruit
Rupit y Pruit, a 1 hora y 42 minutos de Barcelona, se lleva la fama que dicen que se merece el tranquilo pueblo medieval de Tavernet, justo al lado. Si visitas este último, acércate al mirador del Pantano de Sau.
• Besalú
Precioso lo mires por donde lo mires: desde el puente que baña el rio Fluvià, al Monasterio que culmina el conjunto de edificaciones medievales entre las calles empedradas.
Puedes completar la escapada con una visita al famoso y cercano Lago de Bañolas.
Un poco más al norte, también se encuentra Beget, otro pueblo con construcciones medievales, algo más alejado de las rutas turísticas y por eso mismo tal vez más auténtico.
• Tossa de Mar y Pals
Para combinar playa y cultura no hay nada mejor que programar un fin de semana en Tossa de Mar (a 1 hora y 45 minutos de Barcelona) o Pals (a 2 horas), la esencia de la Costa Brava bañada con el contraste de apabullantes vestigios de la época medieval.
En un línea más o menos recta de 22 kilómetros desde Pals, Peretallada y Monells son otros de los imperdibles. Los dos, mucho menos turísticos (aunque sin mar).
Barcelona también se encuentra a una cómoda distancia en tren de Carcassonne, una de las vilas medievales más famosas del mundo.
Si los hay, los autobuses que conectan con estos pueblos medievales con encanto con Barcelona salen desde la Estació del Nord. Si no, lo más aconsejable es alquilar un coche.
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